Presión fiscal en España con respecto a otros Países de la Unión Europea

Presión fiscal en España con respecto a otros Países de la Unión Europea

En términos económicos, la presión fiscal o tributaria de un país a la parte de su producto interior bruto que está destinado a pagar impuestos. En el caso individual de cada ciudadano, sería la cantidad de sus ingresos que destina al abono de tributos y cotizaciones sociales.
Por tanto, la presión fiscal o tributaria de un país mide el porcentaje de los ingresos que la sociedad (ciudadanos y empresas) dedica al pago de impuestos, por lo que estará siempre directamente relacionada con la riqueza económica de ese país. Por lo tanto, es interesante saber cómo es, en términos medios y generales, nuestra presión fiscal con respecto a la de otros países de la Unión Europea.
En términos medios y generales, la presión fiscal en España es de un 35,2 % según datos de junio de 2019. Frente a este dato, la media de la Unión Europea es algo superior, un 40,3 %. No obstante, hay que puntualizar que este último dato es una media. Por ejemplo, en Francia la presión tributaria media es de un 48,3 %, mientras que en Irlanda tan solo es de un 23,4 %. Entre estos datos se mueven los restantes países de la Unión Europea.

Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF)

Es un tributo de carácter personal y directo que grava la renta de las personas físicas de acuerdo con su naturaleza y sus circunstancias personales y familiares. Suele ser un impuesto progresivo que se articula en torno a tramos, de modo que quien más ingresa, más paga. En los tramos altos, los tipos marginales suelen ser más elevados, sobre todo teniendo en cuenta el límite a partir del cual se aplica el tipo marginal máximo. En España, el umbral máximo de referencia ronda el 45% y se aplica a rentas superiores a los 60.000 €.
Es en el norte de Europa donde hay una mayor presión fiscal por IRPF. En Suecia, el tipo máximo de gravamen sobre la renta alcanza el 57,1%, le sigue Dinamarca (55,8%), Austria (55%), Finlandia y Bélgica (53,2%). Entre este límite y el 46% figura Eslovenia, Países Bajos, Luxemburgo, Irlanda o Portugal. La media de la UE se sitúa en el 38,6%. España se sitúa por encima de esta media con un 45%, al mismo nivel que Francia, Alemania, Grecia, Reino Unido y por encima de Italia (43%). Por el contrario, los socios comunitarios que aplican el tipo máximo más reducido son Bulgaria, Macedonia, Rumanía y Serbia (10%) y Montenegro (9%).

¿Y qué pasa con el Impuesto sobre Sociedades?

Junto al IRPF, uno de los grandes impuestos directos es el Impuesto sobre Sociedades, un gravamen que deben pagar diversos tipos de empresas, 
clubes, cooperativas y sociedades de hecho sobre los beneficios de sus actividades.
En este caso, España está bastante por encima de la media europea. En nuestro país es del 25 %, frente a la media de la Unión que está en el 21,3 %. Como ejemplos concretos, los países europeos que más cobran por este tributo son Malta con un 35 %, Francia con un 33,3 %, Alemania (30%) y Bélgica con un 29 %. Al mismo nivel que España figura Austria y Países Bajos, y con un punto porcentual inferior figura Grecia e Italia (24%). En el otro extremo se sitúa Bulgaria con un 10 %, y Montenegro y Hungría con un 9%.
Otros impuestos

En relación a otros tributos, es interesante saber que el Impuesto sobre el Patrimonio ha desaparecido en toda la Unión Europea, salvo en Francia y en España. En cuanto al de Sucesiones y Donaciones, se mantiene en casi todos los países, pero con grandes diferencias entre ellos.

En conclusión, y en términos medios y generales, la presión fiscal en España se sitúa en torno al 35%, inferior respecto a la media de las demás naciones de la UE, que se halla en torno al 40%.